#50: Elogio a la ningunidad 😒
Sobre lo pequeño y la rutina, mi nuevo libro de cuentos, recomendados para disfrutar un día cualquiera y subasta de fanzine.
Hoy es miércoles. El día más aburrido de la semana. Un día cualquiera que es lo mismo que ninguno en especial. No hay promociones de cine, ni anexos en el periódico, ni lanzamientos de series, ni invitaciones a asados. Nada empieza ni termina. Si acaso, es el día de mayor pico en asuntos no resueltos, el más distante del buen fin de semana, que parece ser cuando de verdad vivimos porque salimos de la rutina. Y cómo se odia la rutina.
Estamos en la mitad de una suma de repeticiones con la que escribimos nuestra historia. Quisiéramos omitir los conectores, la contextualización, las palabras más usadas, y enorgullecernos de los clímax dramáticos, de los giros, de la aventura… cosas que en realidad se arman a punta de pequeñeces.
“Es a través de los miércoles como uno va construyendo, no su currículum vitae ni su autobiografía, sino sus costumbres, ésas que nunca lo abandonarán, porque son esas "ningunidades" las que se van instalando como estilo de vida, como forma de ser, hasta llegar el momento en que uno está hecho del material de los miércoles, eso que no se presume pero que sí da cobijo y protección”.
Pablo Fernández Christlieb, La forma de los miércoles.
¿En qué se nos pasa la vida? No me refiero a lo automático (comer, dormir, etc.), sino a lo que es parte de una costumbre sobre la que se arma un hogar, un relato.
Pensemos en las cosas que quisiéramos hacer menos, como mirar el celular apenas nos despertamos, y en otras que son vitales, como mirar al amado antes de apagar la luz. También están las que se instauran para que las cosas funcionen, como turnarnos los oficios de la casa, añadir vegetales al almuerzo, mover el cuerpo. O lo que hacemos por el simple placer de hacerlo: regar el jardín, acariciar a la gata, comerse un chocolate, oler un libro nuevo, tomar aire muy profundo.
Si uno se fija bien, ahí, justo ahí, en ese momento antes de apagar la luz, bajo esa luz que nos alcanza mientras miramos al techo, o en los segundos que somos conscientes que un pájaro nuevo llegó al tejado, es donde reside la ningunidad que nunca olvidaremos.
Esa es la verdadera experiencia. No la que se mercantiliza: ya no viajamos, ni vamos a restaurantes, ni vamos de compras… tenemos experiencias. El problema es que son apenas una prueba del mundo, son insuficientes. Estamos llamados a ‘vivir’ más para que la vida misma valga la pena.
Nos vamos volviendo clientes más difíciles que no se asombran con nada, que necesitan de cosas muy grandes para creer que son felices y luego darse cuenta de que esta sensación se les fue de las manos. Que hay que esperar un nuevo clímax, no el nuevo día y sus rutinas.
“La felicidad siempre consistió en ser más amable contigo mismo; siempre se trató de abrazar a la persona en la que te estabas convirtiendo. Un día comprenderás que la felicidad siempre estuvo en aprender a vivir contigo mismo, que tu felicidad nunca estuvo en manos de los demás. Siempre se trató de ti”.
Bianca Sparacino, The Strength In Our Scars
Dejo por aquí, esperando que esto no suene a sermón. Si acaso a lluvia de fondo, esa que a tantos nos hace, sí, felices. Aunque sea miércoles.
Jules.
PD: Estas cartas ya suman 50 entregas. ¡Cin-cuen-ta! Gracias por motivarme a repetir y repetir el hilo.
👆Este café virtual es una especie de propina que me das porque esta carta le aportó algo a tu semana. En especial hoy miércoles, cuando no llegan casi nunca correos emocionantes.
»¡Mi nuevo libro!
Tengo la alegría de presentarles esta colección de relatos llamada Las Cosas Olvidadas. En esta, objetos cotidianos como una caja de música, un patito de hule, una cuchara o un paraguas se convierten en elementos metafóricos para desencadenar historias insólitas y muy humanas. Cada relato funciona de manera independiente aunque unidos por un hilo conductor: el de darle vida propia a un objeto común y corriente que se recarga con nuevo significado. Las ilustraciones fueron bordadas por mí.
-Durante febrero irá llegando a librerías colombianas como Nacional, Panamericana y Casa Tomada (desde aquí hacen envíos internacionales). Mientras tanto, puedes comprarlo a través de Librería Norma. Te llega a tu casa.
-En este Perder el hilo les hablé sobre cómo los objetos más simples tienen historias, nos inspiran.
>>Albina fue seleccionada como uno de los "100 libros recomendados” por la Fundación Cuatro Gatos en su edición 2024 :)
>>Este año estuve invitada al “Hay Festival Cartagena”. Fui muy feliz de conversar con niños y niñas en el “Hay Comunitario” acerca de Mi hermana Juana y las ballenas del fin del mundo y El vuelo de las jorobadas. Acá te dejo un fragmento de una entrevista que me hicieron en RCN Radio en la que hablo sobre este evento y también de mi relación con el Texto-Textil.
Un poema para invocar las repeticiones de la danesa Inger Christensen.
Si te apetece que te recomiende algún poema a la medida, solo escríbeme.
Inger Christensen
Inconsolable,
visible
como el cuidado
y los quehaceres,
la prolongada
memoria
de las mujeres,
las caricias
y los besos
en otra
clase de idioma
que es el propio
de los signos.Así
cada noche mientras dormimos
como el pan
que más se acerca
a la verdad,
así
cada día mientras brillamos
como ásperas
sábanas sin usar,
el mundo se repite
en el mundo
de la repetición,
la valiente
bondad
de las cosas.El pan que se come
y comido
se convierte en esmero.El sueño que se duerme
y dormido se vuelve suave
igual que se rompe una cadena.Algo así
como un cambio
en el clima,
una retórica
feliz y dura,
y cada
revolución
en el silencio.
Pinturas para escuchar: Mikalojus Konstantinas Čiurlionis fue un compositor y artista que tenía la habilidad de fusionar música y pintura. Así, resultaba con sonatas pictóricas, con cuadros que, al verlos, nos suenan a fugas o preludios. Un excelente exponente de la sinestesia.
Aquí puedes ver más de su trabajo y aquí lo puedes escuchar.
Apariciones y desapariciones:
“Remedios despeja la tela y sobre su superficie transparente acumula claridades. Raíces, follajes, rayos astrales, cabellos, pelos de la barba, espirales del sonido: hilos de muerte, hilos de vida, hilos de tiempo. La trama se teje y desteje: irreal lo que llamamos vida, irreal lo que llamamos muerte ––sólo es real la tela”.
Octavio Paz acerca de la obra de Remedios Varo.
No he podido ir a cine a por El chico y la garza y Poor Things, que muero por ver. Mientras tanto, te puedo recomendar dos novedades y una belleza:
-Hojas de otoño: una historia de amor mínima en un contexto de proletariado.
-Vidas pasadas: qué sutileza. Habla sobre las conexiones humanas que nunca pierden el hilo.
-Enfermedad de domingo: de esas relaciones difíciles entre hija y madre, un escenario espectacular cabañil.Lecturas ‘despertinas’ o lecturas que me han despertado este comienzo de año:
-Desarticulaciones, de Sylvia Molloy. Es la segunda vez que lo leo. Un testimonio de no ficción de una hija y su madre con Alzheimer.-Apegos Feroces, Vivian Gornick. Más (pero no uno más) de madre e hija. Ellas caminando por su barrio en Manhattan mientras reconstruyen su historia.
-Esa cuchara, de Sandra Siemens, ilustrado por Bea Lozano. Una historia también para público infantil relacionada con la memoria de los objetos, la familia.Escucha sonidos de la tierra en Earth.fm.
Esta columna de Melba Escobar emparentada con el tema de hoy, pero acerca de la tibieza.
Soy una gata que mira al borde de todas las cosas. De la ventana, de la terraza, de la puerta, del plato, del muro. Soy una gata de los bordes. Soy una gata bordadora.
Hablando de bordes y bordados, ¿viste el último fanzine que hice? Bueno, porque ser la musa de algo es igual a hacerlo 😸. Mi humana no suele vender este tipo de trabajo, pero se le ocurrió que esta vez tú puedes ponerle el precio que estés dispuesta a pagar por él, como una subasta secreta. Escríbele un mail con tu propuesta y antes de la próxima entrega de “Perder el hilo” ella decidirá quién se lo lleva. Solo vale para Colombia, porque no nos funcionan muy bien los envíos internacionales.
Mmmmmmiiauuu,
Rima 🐾