Te haré una confesión que me avergüenza un poco...
Mañana llega mi cumpleaños #34 (no, eso no es lo que me avergüenza :P) y desde que tengo memoria ese es el día del año en que me pongo más sensible y llorona.
De niña solía "arruinar" mis fiestas de cumpleaños. Peleaba con mis amigas, con mis papás, mis hermanas. Era caprichosa e inconsolable. De adulta seguía teniendo episodios en los que nada de lo que hicieran los demás por mí parecía suficiente.
Ahora me pregunto de dónde viene esa necesidad de atención y validación. Quiero entender qué es lo que realmente les estoy pidiendo a los demás y no un "me darán todo lo que yo necesito porque es mi día". Que el gatillo sea precisamente el 15 de mayo es comprensible: se supone que es el día en que por fin puedo dejar de ser tan complaciente, el día en el que pongo en una balanza lo que he logrado (que tampoco parece suficiente) y cómo se supone que debo ser o lucir. Siento la obligación de mostrarme feliz; sentirme triste solo me trae más culpa.
Últimamente he reflexionado en las preguntas que vienen de estos pensamientos: eso que pido ¿puedo dármelo yo misma?, ¿Siento que soy demasiado complaciente porque no he puesto límites?, ¿Hay una sola medida de éxito?, ¿Por qué aprendí de niña que debía esconder mis emociones o que no podía cometer errores? ¿Tal vez porque no quería añadir más tensión de la que ya probablemente me rodeaba? ¿Me preocupo por los demás de una forma honesta o porque solo así siento que tengo valor?
No busco que esta carta se convierta en una psicoterapia. Me interesa compartirles el valor de indagar sobre esos comportamientos-emociones-pensamientos que hacen que nos contemos siempre la misma historia que no nos gusta sobre lo que somos. Yo misma quiero reescribir este cuento y decirles lo siguiente: cada 15 de mayo me siento presente y agradecida, sé que de mí viene la validación que necesito, permito que otras personas me compartan -a su manera- su cariño.
Es un aprendizaje del que nunca se obtiene una maestría. Cada instante nos ofrece opciones de reevaluar cómo respondemos a los problemas y entender con qué y quiénes contamos para darles un sentido. Es una práctica. Como el yoga, la escritura, el bordado.
Si quieren leer más sobre el tema de la codependencia les recomiendo esta nota de Amanda Stern; también está la app Yana en la que un 'robot' les ayuda a cuestionar sus pensamientos intrusivos.
Ahora me voy a celebrar :). Gracias por leerme,
Juliana
Retomemos el hilo con...
»¿Conoces El vuelo de las jorobadas? Este libro nació en plena pandemia, pero he tenido el gusto de llevarlo a festivales como FLECHO (Fiesta del Libro y la Escritura en Chocó) y a distintos espacios donde tutti el mundo lo ha amado, no solo los niños y niñas. Es una coautoría con Dipacho para la editorial Lazo, y aquí les cuento más sobre el proceso de escritura. Mira el video aquí. Ahora puedes comprar mis bordados Desde ahora tengo disponibles para la venta varias de mis obras y algunas colaboraciones que he hecho de bordado+fotografía con mi esposo Julián o de costura con mi mamá. Aquí les dejo todo el catálogo (lo estaré actualizado conforme tenga nuevas cositas) y anímense a escribirme si tienen dudas. ¡Gracias!
>>Lee mi más reciente columna en El Espectador "Amigas y punto", una reseña sobre la novela Punto de Cruz, de Jazmina Barrera.
Gaveta de recomendados
La trama
Esta es sobre todo una excusa para que conozcan MUBI, que es algo así como el 'Netflix' del cine independiente y clásico. Si son estudiantes o profes, pueden suscribirse de forma gratuita aquí. Y mi recomendado es Dogtooth, la primera película que vi de Yorgos Lanthimos y que me encantó porque me hizo apretar los dientes y sorprenderme.
Dedal de yogui
Hace un tiempo, junto con las chicas de Salón Bordado, hicimos una serie de videos de Yoga para bordadoras para las manos, espalda y caderas, equilibrio y resistencia. En últimas, son ejercicios perfectos para quienes creamos con las manos y estamos mucho tiempo sentadas.
Aguja creativa
A partir del miércoles 18 de mayo a las 3 pm podrás visitar en el Museo del Oro la exposición "Hilos que nos conectan con el pasado", en la que estarán más de 150 bordados que reinterpretan las piezas del Museo con hilo y aguja. Si estás fuera de Bogotá, también puedes visitarla de virtualforma . Va hasta el 18 de septiembre en la Sala Exploratorio, piso 4 del Museo.
Dechado de ideas
Uno de los ejercicios de escritura más valiosos que he aprendido vienen de Rosa Montero: "Escribe un recuerdo real de tu vida. Algo importante para ti, que te emocione". Es genial porque invita a la creación a partir de la memoria, no de una simple anécdota, sino de ese día en que algo de verdad nos sacudió.
Botica poética
La botica es un consultorio para atender cualquier tipo de mal recetando poesía. ¿Quieres una receta? Responde a este mail ;)
Para los que sufrieron de nostalgia en el pasado Día de la Madre, tomen una dosis completa de este poema de Tomás Cohen. No pasa la nostalgia, pero sabe más dulce.
ABUELA
Blanca Rosa postrada
partes orgullosa a la playa
con pies desnudos sobre la arena caliente
que heredas en terciopelo negro.
Te despides de la ropa hecha con tus manos,
te sacas el dolor y las agujas,los tumores como botones,
te desnudas incluso de quien eres
para no reconocerte más, e igual amarte
(no te puedo despedir, pero te recibiré)
por si quieres volverte mi hija
que todavía no nace.Yo escribiendo la lista de todos los libros que me voy a autoregalar de cumpleaños.
(@PhilippaRice)
Among tu blog ❤️