😫 Perder el hilo #11: Apología de la renuncia
Desde un intersticio del tiempo, te saludo,
Estas cartas siempre son confesiones. Hoy te confieso que soy muy hábil para renunciar todo el tiempo a trabajos, a proyectos. Justamente porque renuncio a lo que sé que me quitará energía, también soy responsable, intensa y persistente con lo que conservo. Y, sobre todo, creo (de crear). Creo hasta cuando duermo.
Renunciar requiere práctica. Ha sido primario saber diferenciar entre el trabajo soñado por mí y el trabajo que se supone que debo soñar. Fue preciso replantearme qué es lo necesario para vivir bien y darme cuenta de que tener más de todo (objetos, ropa, incluso viajes o vida social) no era el secreto de la felicidad. Y es vital pronunciar cuantas veces sea necesario la palabra "no", por más miedo que cause. Claro, me da miedo que dejen de contar conmigo o de perder una oportunidad que tal vez no vuelva.
Además, odio la confrontación, o tener que dar explicaciones cuando, en ocasiones, mi único argumento es: mi panza me lo dice. Pero es que mi panza sabe que lo que me mueve no es el dinero, ni escalar a la posición más alta, ni las primas navideñas, ni la historia crediticia, ni la supuesta estabilidad laboral.
Para mí, la estabilidad es estar tranquila, hacer cada día lo que me gusta, definir mi propia rutina y sí, clavarme lo que sea necesario con tal de que al final lo que tenga entre manos -un libro o un bordado- me haga sonreír. Renunciar no es una cuestión de pereza o de conformismo, al contrario, es estar dispuesta a darlo todo en lo que para mí vale la pena: las historias.
Hacer las cosas de esta manera no ha implicado que tenga que renunciar también a una seguridad económica. Al contrario, siento que entre más enfoco mi energía y tiempo en lo que me gusta, lo hago mejor, y eso trae sus recompensas. A veces el problema es que me gustan muchas cosas y ya me veo madrugando a las 4 de la mañana para lograr terminar ese bendito libro jaja ;) Pero bueno, hasta eso lo disfruto.
Conozco muchos casos similares. Empezaré por el más conocido: Gabriel García Márquez. Se habla mucho de los tejemanejes que tuvo que hacer su esposa, Mercedes, para que lograran sobrevivir mientras él terminaba Cien años de soledad. Él sabía que lo que hacía iba a ser trascendental y le prometió que algún día entraría por la puerta de su casa un hombre con un maletín lleno de dinero. Y así fue.
Sé también que Evelio Rosero no se ha dedicado en su vida a algo distinto a escribir. Le han ofrecido clases y columnas y él responde que no. Y, como escribe tanto y tan bien, se ha ganado becas, premios y un prestigio que le dan lo único que él necesita: más tiempo para escribir.
“Lo llaman de 9 a 5. Sólo que nunca es de 9 a 5. En esos lugares no hay hora de comida y, de hecho, si quieres conservar tu trabajo, no sales a comer. Y está el tiempo extra, pero el tiempo extra nunca se registra correctamente en los libros, y si te quejas de eso hay otro zoquete dispuesto a tomar tu lugar. Lo que duele es la pérdida constante de humanidad en aquellos que pelean para mantener trabajos que no quieren pero temen una alternativa peor. Pasa, simplemente, que las personas se vacían. Son cuerpos con mentes temerosas y obedientes”.
Bukowski, siendo cartero, en una carta a su mecenas.
Otros artistas ha preferido tener lado aparte el trabajo de "llenar la nevera", para que el placer sea solo por placer y no por la obligación de cumplirle a alguien. La verdad es que les admiro y sé que también es una posibilidad. Recuerdo cuando yo hacía eso y al final del día estaba tan cansada y triste que no me quedaban ganas de crear. Pensé mucho tiempo que yo no servía para nada "útil". Hasta que solo renunciando, poniéndome en la cuerda floja, entendí que para mí no había algo más útil para mí misma que lo que ya hacía.
Para vos puede ser esto, pero quiero que esta carta vaya más allá del arte. Que levante la mano quien quiera ser ciclista, panadero, músico, profe de yoga, ceramista, madre/padre de tiempo completo, científico, o incluso contador de piedras, pero uno feliz.
Aquí,
Jules
-Seguirme el hilo-
Historias que se enredan en los hilos
Estoy que no quepo en mis enaguas de la emoción de salir en periódico El Tiempo. En esta entrevista les cuento cómo hilo el oficio de la escritura con el del bordado. Además, las fotos están guaoo. Gracias a Andrea Moreno por la nota y el arte fotográfico. Léanla completa aquí.
>>Lee mi columna más reciente en El Espectador: Hermandad Literaria, acerca de la escritora Sorayda Peguero.
-Gaveta de recomendados-
La trama
"Lo que no fue dicho" se puede leer como novela, como biografía fantástica o como poemario en prosa. En suma, es una historia muy bien escrita y conmovedora de lo que es hacer la vida por uno mismo, aún siendo hijo de uno de los mayores pensadores del país, aún sabiendo que la madre vive, pero que no quiere estar ahí. Escrita por José Zuleta O.
Dedal de yogui
Esto va a parecer publicidad pagada, pero no lo es. La verdad es que la mejor profe de yoga que hay en YouTube, en mi opinión hipersubjetiva, es Elena Malova. Es perfecta para empezar a practicar, o para niveles avanzados que quieran mejorar la técnica. Tiene cientos de rutinas en todas las duraciones, todos los niveles, y es muy entretenida y relajante. La adoro. Aquí su canal.
Aguja que suena
La forma en la que describen Earth Fm es que es como Spotify, pero de la naturaleza. Ya con eso me engancharon. Me gusta poner estos sonidos e imaginarme que mientras escribo, afuera hay un bosque vivo.
Puntada creativa
Estoy feliz con este descubrimiento: el artista Miquel Barceló dibuja y pinta sobre unos lienzos enormes y su madre, Francisca Artigues, los borda. El resultado es un bestiario marino de lo más colorido e intenso. Ella solo usa una puntada, la cadeneta, y lo que logra es una reinterpretación preciosa de lo que hace su hijo: "Los sueños del hijo, así, se hacen realidad en las cuidadosas manos de ella. Un obsequio mutuo".
Dechado de palabras
Estos días aprendí una palabra nueva: Bilblicor. n. masc. El reconfortante, tenue y característico olor a libro viejo. Esta palabra es de la familia de la hermosa y aromática petricor (olor a tierra mojada después de la lluvia). Soy del club de abrir un libro por la mitad y estampar mi cara en las hojas para olerlo. Es parte de su personalidad, pues, como sabemos, los libros también son seres humanos ;) jiji.
La labor
Hace años, tuve que aprender a escribir en cafés porque mi roomate era un voltaje. Como freelance o como artista, trabajar/crear en cafés bonitos me da una alegría enorme. Y como yo les quiero mucho, hice un mapa con mis lugares favoritos para crear . Empecé con Bogotá, pero espero ir llenando más y más ciudades. Le llamé "La oficina del día" y ustedes, desde donde vivan, también pueden contribuir con lugares lindos, cómodos, con cosas ricas para picar mientras trabajan de forma remota (por favor, háganlo!). Espero que disfruten y compartan :)
-Botica poética-
Para la duda existencialista
A veces se cree haber cometido tantos errores que no hay forma de que uno esté por el camino correcto. La verdad es que, ahora, el camino es este, y también es bueno.
Recomiendo tomar este poema de Ida Vitale varias veces al día.
(Si quieres que te recomiende algún poema para tus dolencias, solo escríbeme)
Por años, disfrutar del error…
Ida Vitale
Por años, disfrutar del error
y de su enmienda,
haber podido hablar, caminar libre,
no existir mutilada,
no entrar o sí en iglesias,
leer, oír la música querida,
ser en la noche un ser como en el día.
No ser casada en un negocio,
medida en cabras,
sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca
y no admitir palabras
que pongan en la sangre
limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma
otro ser no previsto
en el puente de la mirada.
Ser humano y mujer, ni más ni menos.
-Nudo final-
Hacer del ocio una labor :)