🌷 Perder el hilo #12: Volver al jardín
Desde un paraíso terrenal, les saludo,
Volver al jardín es volver al lugar de las raíces, a lo que podemos llamar "hogar". Sabemos que un lugar es nuestra casa cuando empezamos a ponerle maticas. Sabemos que podemos empezarnos a valer por nuestra cuenta cuando no dejamos morir a un planta de sed. Cuidar una planta es sabernos cuidar a nosotros mismos.
El jardín como metáfora de vida y de creación poética se ha vuelto mi obsesión desde los últimos cuatro años, cuando un día empecé a fijarme en cómo podía contar todos los acontecimientos importantes de mi historia a partir de los jardines.
"Al final del camino de piedras, justo antes del precipicio, el jardín desborda como una ola inesperada. Detrás de su diseño caprichoso se impone un cielo azul brotado de nubes blancas. Asusta lo inquietante del barranco bajo el que parece estar el mundo entero. Los rosales se encadenan sin pausa. Hacia los bordes crecen los pensamientos. Caminó en el laberinto como si se tratara de una pradera". C. Alarcón.
Está el de mi infancia, en el que hacía tortas de tierra, en el que mi madre plantaba los piecitos que recogía de todas partes, el que mis conejos se devoraban, y al que le temía cuando se hacía de noche. Está el de La Mona, donde almorzamos los domingos, el testigo de las historias que contamos, el de los colibríes que hacen sus nidos, el de las mirlas que se roban sus duraznos, del caos de buganvilias más hermoso que haya conocido. Está el de mi casa, el que cuida Julián, donde ya tenemos una colección personal de viajes, de herencias, de deseos compartidos. El jardín de mi jardín, el jardín del otro lado, el jardín donde me casé.
Sí, se puede contar una vida con sus vergeles y sus cercas. Se puede hablar de las personas, como si estas fueran árboles o flores, y se puede meditar por los senderos que se bifurcan y aprender, gracias al verdor, que sí es posible estar presente. Esa es la eternidad a la que podemos aspirar.
"Me sentí, por un tiempo indeterminado, percibidor abstracto del mundo. El vago y vivo campo, la luna, los restos de la tarde, obraron en mí; asimismo el declive que eliminaba cualquier posibilidad de cansancio. La tarde era íntima, infinita. El camino bajaba y se bifurcaba, entre las ya confusas praderas". J.L. Borges.
Como sé que muchos de ustedes renunciaron a sus trabajos luego del pasado post ;) regálense un jardín, así sea prestado, así sea miniatura. Es decir, regálense asombro por los cambios constantes que hay en la naturaleza que a la vez reflejan la impermanencia de nuestra propia condición. Todo pasa, se transforma... Y el trébol vuelve a florecer, el copetón resiste, la abeja aún zumba, el corazón se sana, el cuerpo aprende.
"Aquí estoy acomodando las plantas, para que no se estorben unas a otras, ni tengan partes muertas, ni hormigas. Me produce placer observar cómo crecen con tan poco; son sensatas y se acomodan a sus recipientes; si éstos son chicos, se achican, si tienen espacio, crecen más. Son diferentes de las personas". H. Uhart.
En un jardín también es posible perderse. Algunos de ustedes ya saben que ando trabajando en un libro/jardín hace años y siempre pasa algo para que no se publique. Por lo mismo, lo he reescrito varias veces, siempre podando, siempre sembrando otro poco. Lo que pasa es que el tema es infinito y parece estar de moda. Veo jardines en todas partes. Esta semana pude terminarlo, creo, y fue gracias a una conversación con Julián en la que me hizo cuestionarme qué era lo que realmente significaba para mí un jardín. "Jardín es poesía", le dije. Y eso parecía hilar lo que estaba escribiendo: la estética, la paciencia, la contemplación, el silencio, la incertidumbre...
No me extiendo porque luego leerán todo un libro al respecto ;) Mientras tanto, les dejo estas palabras recién cosechadas que espero que inspiren su semana. Escríbanme, siempre les leo.
Aquí,
Jules
-Seguirme el hilo-
Los últimos días del hambre
Se cumplen ya cuatro años desde el lanzamiento de mi novela sobre el cuerpo, la bulimia, la comida como todo. Aunque está agotada y la editorial aún no tiene pensado sacar una nueva edición, tengo en mis manos algunos ejemplares para la venta (escríbanme para enviarles uno) o se puede leer en digital. Si quieren tener un abrebocas de este escrito, que fue mi tesis de maestría en Creación Literaria dirigida por Lina Meruane, pásense por aquí.
>>Lee mi columna "Jardines contados", en El Espectador. En ella exploramos algunos cuentos en los que el papel de los jardines es fundamental y simbólico.
-Gaveta de recomendados-
La trama
Esta semana falleció uno de mis ilustradores y autores favoritos: Sempé. Lo conocí gracias a sus evocadores dibujos para la novela "La historia del señor Sommer", una obra maestra de Patrick Suskind, quien es más conocido por El Perfume y muy poco por este libro que es perfecto también para el público infantil. Léanlo, no se van a arrepentir. Está en mi top top top.
El carrete
Un jardín en caos que representa la vida de una mujer: maleza por arrancar de raíz, mucho por sembrar, mucho por soltar. Ella, que tanto pavor le tiene al polvo de la casa, tendrá que embarrarse de tierra para descubrir los colores en su vida. This beautiful fantastic es la peli de esta edición. Gracias querida Andreína por esta recomendación.
Aguja que suena
Esta semana he estado pegada al podcast "El sendero de las plantas perdidas". Cada capítulo hay una planta invitada, y Aina S. Erice -bióloga y escritora- nos habla de historias, mitos y datos botánicos ligados. Siempre hay sorpresas exquisitas. Si quieres algo más musical, te sugiero esta playlist que hice dedicada a los jardines.
Puntada creativa
La escritora y bordadora Jane Austen no quería que ni ella ni sus protagonistas fueran mujeres sin sustancia, que solo esperaban a ser buenas y a tener marido. Aunque el bordado se vinculaba en el pasado con esa figura, hoy se reivindica como una práctica de mujeres (y hombres) libres y pensantes. En este libro que aquí reseño, se comparte más de esta faceta de Austen y hermosos patrones florales.
Telar de jardines
Abro este nuevo cajón en la gaveta para contarles historias alrededor de los jardines :)
Antes de morir, el artista Robert Smithson ideó una isla flotante y lenta que orbitara alrededor de la isla de Manhattan. Treinta años después el Whitney Museum y la organización Minetta Brook lo hicieron realidad. Sobre una plataforma que sería remolcada dieron origen al jardín-isla con rocas, musgo, caminos, un sauce llorón y algunos árboles nativos. Un jardín a la vista de los ciudadanos, sin forma de llegar a él. Nuevamente la figura del paraíso inalcanzable y, por lo tanto, perfecto en el imaginario de quien lo ve.
La labor
No podía pedirles menos para la labor de esta semana que vayan al jardín botánico de su municipio o ciudad (y me manden una foto!). En Bogotá pueden ir aquí, en Medellín pueden ir aquí, en BAires pueden ir al japonés, en Chicago no se pierdan este. Y tantos, tantos más.
Dedal de yogui
Se cuenta que el dios Vishnú descansaba cuando de su ombligo brotó la flor de loto. Marcaba el comienzo de un nuevo ciclo de vida, el símbolo de las múltiples posibilidades. Fue ahí cuando pronunció el OM, que representa esas fases que pasamos en la vida hasta llegar al silencio. Y después del silencio viene la creación. Cuando vuelvas a esta asana, la de piernas cruzadas llamada "loto", piensa en la raíz de esta flor que emerge del fondo oscuro y se abre en una superficie luminosa.
-Botica poética-
Para tener un jardín
Imaginaré que alguien me escribió preguntando cómo tener un jardín sin que todas sus plantas perezcan de sed. Imaginaré que les receto estas píldoras de la poeta argentina Estela Figueroa para que empiecen por sembrar un jardín de palabras en el alma.
(Si quieres que te recomiende algún poema para tus dolencias, solo escríbeme)
Fragmentos (Estela Figueroa)
Es un verano raro.
Sopló viento.
Llovió.
Las flores de los jacarandaes
Yacen en las veredas.
Voy por un camino lila.
Es una pena que ya no seamos amigas.
Vegetal
Como la erika
que antes de secarse
produce un hijo
Pero también como la orquídea
orgullosa y sola
Como el sauce
inclinado
hacia el río quieto
Pero también como la grevilea
que enfrenta
los vientos más feroces
Frágil como los pensamientos
a los que una ligera
lluvia aplasta
Abierta como el paraíso
que juega
con las gotas
Manos desconocidas
revolvieron el césped
donde escribí palabras.
¿Buscaban tesoros ocultos?
Soy hosca
como el cactus.
(Estos poemas los encontré gracias a esta entrevista dichosa que le hicieron a Figueroa)
-La pelusa-
Se me ocurrió esta sección tipo "fe de erratas" porque, como es lógico, al hacer este newsletter sin ojos adicionales se me pueden ir algunos errorcillos y les agradezco mucho que me ayuden a encontrar esas 'pelusas'. En la carta pasada, Jairo se dio cuenta de que no es "apología a", sino "apología de". Hace ya varias cartas tenía también como error "gabeta" en vez de "gaveta" :P. Y, por último, ¿se dieron cuenta de que nunca hubo Perder el hilo #10? Es porque hice dos #9 jaja.
-Nudo final-
Regala un ramillete de palabras esta semana :)