🌈 Perder el hilo #14: ¿De qué color somos?
Al filo de la mañana, te saludo,
Hace años empecé a sentir una especial curiosidad por el albinismo cuando supe de una ballena jorobada albina, llamada Mingaloo, avistada en costas australianas. Como suele suceder con las cosas de las que quiero saber más, empecé a escribir un libro sobre esta ballena. Pero estaba tan distante para mí... Así que pensé en la soledad de una niña albina y cómo, tal vez, se sentiría mejor de saber que no era la única sin color y que animales como Mingaloo parecían en realidad criaturas mágicas, en el mejor sentido de la palabra.
"Me hice grande. Abrí los brazos, aleteé hasta que el océano de espuma se desbordó. Bebí un poco. Me supo a sal y a aceite de coco (...) Estoy haciéndome ballena, ballena albina. Recordé el tiempo en que papá se bañaba con el Mago y conmigo. Hacíamos burbujas de jabón y nos las pasábamos de lado a lado con soplos suaves. Yo cabía completa en la bañera. Abracé mis piernas, piernas que eran aletas". JMT, Albina.
Una forma del autoconocimiento puede ser esa, detenerse en los colores que nos conforman. Y los que no. En que la diferencia nos da identidad y en que esa identidad nos une. Es decir, dejamos a un lado las diferencias. ¿De dónde viene ese tono café con leche en mi piel? ¿Cuántas generaciones atrás mi piel fue indígena, africana, ibérica? Tengo el mundo, los caminos recorridos, el tiempo, marcados en ella.
Después de Mingaloo supe del pavo real albino en un zoológico de Nueva York. Imagínenselo, un animal cuya herramienta de seducción son sus colores, nace sin ellos. Como no lo pude ir a visitar en persona, lo visité en mis letras.
"Para mí solo hubo un animal más fantástico que los demás. Era un pavo real blanco. Blanco cana, pescadito de plata, neblina, del susto. Pavo página en blanco. Blanco de las patas a la cabeza. El pavo miraba a un colorido familiar a través de la reja. Los tenían separados. Se seguían las cabezas, se veían en espejo. Tal vez el azul pensó toda su vida que era albino, y el albino, que tenía color". JMT, Albina.
Recientemente me hablaron de una felina albina que ahora está en el Parque de la Conservación de Medellín. Con ceguera total, pareció adaptarse muy bien y jugar como cualquier otro minino.
Así, los ejemplos de albinismo iban apareciendo con su belleza y también con sus desgracias. Podrían tener problemas en la vista y la piel por esa vulnerabilidad de estar tan directamente expuestos al sol, sin la protección del pigmento. Además, supe de lugares en África donde, especialmente los niños y niñas albinos, suelen ser perseguidos y mutilados. Los más perversos, usan partes de su cuerpo en rituales de brujería.
"Fuiste tú, Mago, me habías querido robar la trenza hacía tiempo. La necesitabas para un truco, la harías más larga, la sacarías de las orejas de las personas, ¿quién iba a querer eso, Mago? Me podías tener entera, entera jugaría contigo, noche y día, te hubiera dado el pan en la boca, pan remojado en chocolate blanco. Solo querías mi trenza. Trenza mágica de albina". JMT, Albina.
Aunque en ciertos casos se puede caer en el fetichismo, la fascinación por los albinos también resulta en obras de arte que proponen una mirada distinta. En mis búsquedas, di con el trabajo de Javier Vanegas, quien "retrató a 15 albinos colombianos y creó fotografías reveladas en placas de vidrio que tienen forma de negativos o de positivos". Es decir, les reveló un color distinto al aparente blanco. Encontré aquí una fuente de inspiración.
"Quédate más quieta, insistió. Yo no podía dejar de mover mis ojos, mis ojos saltaban por el parque, trepaban el cerezo, volaban, volvían y nadie podía controlarlos. El Mago, con un cuidado que no había tenido antes conmigo, me cerró los párpados. Tomó una foto. Magia magia. La niña revelada tenía color". JMT, Albina.
Este tema mi hizo buscar más allá. Si no tuviera colores, ¿dónde los encontraría? Tal vez en los tonos de las estaciones. Tal vez en las palabras de los que amo. En las letras. En los hilos.
Recordé los blancos inviernos en Nueva York, el frío, el silencio y la soledad. Y recordé también algo muy concreto que me acompañaba: las cartas de mi sobrina Sara, una niña blanquísima y hermosa. Me había coloreado una aromática con sus marcadores de aromas. Me había dibujado un búho psicodélico. Había hecho composiciones en blanco y negro. Caballos que volaban sin alas. Y mandalas de muchos, muchos colores. Ella me ayudó a encontrar colores en ese tiempo. Ella, y mi curiosidad, mis sanas obsesiones, me ayudaron a escribir Albina.
Y ustedes me quieren contar ¿dónde encuentran sus colores?
Aquí,
Jules
PD: Aprovecho y les cuento: pueden comprar aquí mi amadísima novela Albina. Lean aquí los primeros capítulos :)
-Seguirme el hilo-
Gira con la Editorial Norma
Solo puedo pensar en lo agradecida que estoy con la oportunidad de ir a conocer a mis lectores en tantos lugares distintos y ver la alegría con la que leen La calle 8 y Diario de dos Lunas. Amo que los libros abran estos espacios y conversaciones. Gracias, gracias, niños y niñas y profes.
>>Lee aquí mi columna En El Espectador sobre "Hubiera querido llamarme fuego", de María Mercedes Andrade.
-Gaveta de recomendados-
La trama
¿Qué es la belleza? La palabra misma está emparentada con "bonus", que es "bueno", que es ese regalo adicional, inesperado. También tiene que ver con "manifestar, hacer". Se me ocurre, entonces, que la belleza es la bondad que se manifiesta, ese bonus que se sabe apreciar. Niña bonita, de Ana María Machado, es una oda a esa belleza de tener gracia de más, la que habita en la mirada. Léela aquí.
El carrete
"Los colores de la montaña", sin temor a exagerar, es una de las mejores películas que se ha hecho en Colombia. Trata de unos niños que quieren jugar fútbol en uno de los potreros (pastizales) de su hogar, solo que está plagado de minas antipersonales. Como cereza del pastel, uno de sus protagonistas es "Poca luz", un niño albino que será inolvidable. Dirigida por Carlos César Arbeláez y pueden verla completa aquí.
Aguja que suena
"Gabinete de curiosidades" es uno de los podcasts de no ficción más entretenidos, interesantes y mejor investigados que he escuchado. Ha sido mi salvación en horas de espera, de regreso a casa. Como por estos lares estamos celebrando el Amor y la amistad, les recomiendo en especial este episodio: Be my valentine. ¡Disfruten!
El ovillo
Cuentan los que recuerdan, que Buda estaba meditando en su jardín cuando un gato llegó a posarse en su regazo. Allí, gracias a la calma del maestro, el felino se quedó dormido. Cuando Buda terminó de meditar, no quiso despertar al gatico (al igual que nadie quiere, jeje), así que recortó la tela de su ropa sobre la que descansaba el animal. Solo así se levantó y siguió con sus deberes. Por eso no es raro ver en templos budistas a los monjes junto a los gatos, que, en últimas, viven en una perpetua meditación.
Puntada creativa
Qué alegría ver la tela, el bordado, el tejido, como arte que cuenta historias, como manualidad que trasciende. Qué alegría, también, ser parte de esta muestra "Morder la tela", curada por Caridad Botella y en exhibición en la sala 102M de la Universidad Icesi de Cali. Estará abierta al público hasta final de octubre de martes a viernes entre las 10AM y 2PM y de 5PM a 7PM.
Telar de jardines
Indagando sobre la belleza del albinismo, hay que toparse con la flor esqueleto. Ella se abre blanca, pequeña. Sus pétalos abren sus brazos de flor y al recibir las gotas de lluvia o del rocío mañanero se volverán transparentes. Una vez seca, volverá al blanco. Dichosos los que viven en Estados Unidos y Asia, de donde es nativa, quienes pueden cultivar en sus jardines a la Diphylleia grayi y verla transformarse en esqueleto, en albina.
La labor
A veces no me queda fácil conciliar el sueño. Leí hace poco que el sonido tipo ASMR (que es como si amplificaran un sonido que nos genera placer) ayuda con esto, pero me aburre un poco a la final y mi mente vuelve a mil lugares. Hasta que descubrí un tipo de video muy específico, con algo de ASMR, en el que una chica coreana hace sus cosas del día (cocinar, jardinear, consentir a su gato, etc.) con gran atención por el detalle, la estética, los sentidos. Tal vez les suene raro, pero es muy relajante. Es casi una meditación. Mi favorita se llama Nyangsoop.
Dedal de yogui
El yoga puede ser una práctica muy completa, pero me encanta mezclarla con ejercicios más cardiovasculares, incluso "explosivos". Si eres alguien que puede disfrutar de hacer rutinas de movimiento en casa, te recomiendo mi canal favorito del mundo: Millionaire Hoy. Este entrenador sube rutinas gratuitas para principiantes o avanzados. Si el yoga es meditación en movimiento, creo que estas rutinas también pueden ser una forma de estar presentes.
-Botica poética-
Instrucciones para hacer un poema
Un amigo me dijo esta semana que era demasiado concreto y que por ello no había podido escribir poesía. Pensé en recetarle esta fórmula para hacer un poema. ¿Acaso existe? Una fórmula no, infinitas. Empecemos, para no enredarnos, con esta de opción múltiple.
(Si quieres que te recomiende algún poema para tus dolencias, solo escríbeme)
Opción múltiple, Amaranta Caballero Prado
Marque con una “palomita” el inciso que considere correcto:
1. Los hechos ocurrieron cuando:
Una oca cruzó el libro de la selva
Un sismo liberó a 300 presas
Ella hizo un gesto de horror y asco
2. El anuncio fue a través de:
Señales de humo con fuego artificial
Un aviso en el periódico
Un poema de largo aliento sembrado de piedras bajo el sol
3. En el momento de la fotografía, usted:
Avanzó sin pensarlo dos veces
Sufrió un colapso un segundo después
Arrojó la cámara hacia el agua
4. En el manantial de ojos:
Las niñas y los niños bebieron como tigres
La lluvia arreció de pronto
Las idea de las cosas se transforma
5. Si usted pudiera ser otro(a), elegiría:
Otro color de piel
Otro sexo
Otra galaxia
6. Escoja una palabra:
Vuelo
Peñasco
Amplitud
Limo
Mapa
7. Después de marcar los incisos, realice todas las posibles combinaciones y escriba un poema. Cuando termine, diríjase lo más pronto posible hacia una nopalera y observe.
-Nudo final-
Un viento acariciante, el rosado pelaje de tu alma.