🙅 Perder el hilo #24: Ya no quiero ser tu amigo
"Ya no quiero ser tu amigo"
Varias veces me dijeron en mi niñez que ya no querían ser mis amigas. O que no querían serlo desde el comienzo. Dejaron de ser mis amigas porque de repente ellas habían crecido y yo seguía siendo muy infantil. También hubo otras razones; una chica no me dejó jugar en su grupo porque le parecí poco elegante. Mi mamá, acostumbrada a estos dramas, intentaba consolarme con la frase "es que te tienen envidia". En fin, supongo que había algo que me marcaba como 'rara' y era querer perder el tiempo con mis juegos e historias.
No las juzgo ahora. Cada quien tiene derecho a elegir sus juntanzas. Qué difícil es entender las razones por las que uno deja de gustarle alguien o viceversa. Es normal querer cortar un lazo porque se ha vuelto demandante, tóxico o, simplemente, aburrido y no encontrar la forma menos hiriente de hacerlo. Es que no hay un final 100% feliz a la hora de terminar una amistad (en inglés dicen que no se puede escribir 'friend' sin escribir 'end'). Esto me lleva a hablarles de una película estupenda que me vi esta semana y me ayudará a perder tiempo con este hilo sobre la amistad y cómo se sobrevalora la necesidad de ser trascendental.
En The banshees of Inisherin (Las almas en pena de Inisherin), Pádraic está triste porque su mejor amigo, Colm, ya no quiere hablarle. No entiende por qué. "Dejaste de gustarme", le dirá el otro después. La respuesta no satisface a Pádraic y sigue insistiendo hasta que su ex-amigo le confiesa que lo encuentra estúpido, aburrido y, además, un obstáculo para su creación: "Me preocupa a veces que pueda estar entreteniéndome mientras evito lo inevitable". Le parece que el tiempo pasa y que él debería estar haciendo algo trascendental en vez de perder el tiempo con su amigo en el pub con conversaciones sin sentido. "Son buenas conversaciones, normales", trata de defenderse Pádraic, pero no es suficiente.
Me suena conocido ese escenario en el que queremos llenar la vida solo con cosas importantes o extraordinarias, como si no hubiera lugar para lo banal, lo aburrido, lo normal. Que la única forma de aprovechar el tiempo es produciendo, dejando un legado, doctorándose o, mínimo, viajando.
Caminar, cocinar, llamar por teléfono a un ser querido y hasta leer pueden ser formas perder el tiempo, pues nada de esto va a cambiar el mundo (aunque sí creo que cambia nuestro mundo). Parece más bien un juego. El juego -visto como un ensayo de la vida en el que tonteamos mientras nos divertimos, justamente porque no es la vida misma- es de lo primero que dejamos de lado cuando crecemos. El juego y con quienes jugamos: los amigos.
No le damos lugar al aburrimiento y seguimos la ruta ya establecida de "siembra un árbol, ten un hijo, escribe un libro". O tener casa, carro y beca. "La gente se aburre porque ya ha hecho todo lo que podía hacer. Así que, ahora, el miedo a la muerte es lo único que les emociona", escribió una vez Marilyn Manson. Creo que una vida que vale la pena no solo se mide por carros comprados, libros publicados o países conocidos, sino por cuántos momentos, incluso los más banales, podemos re-vivir en nuestra memoria. Ojalá con algo de , ojalá con paz.
En la discusión que escala y escala, Colm está convencido de que debe dejar un legado para ser recordado, como Mozart: "¿Quién va a recordar a alguien por ser buena persona? ¡Nadie!", escupe. "Yo recordaré a mi hermana. Ella es buena. No la olvidaré nunca", responde Pádraic. Este es un delirio con el que me he identificado a veces: querer que nuestra obra sea recordada por gente que nunca conoceremos, en vez de ser recordados por la gente que de verdad nos importa. Tal vez al mundo le están sobrando gurús, sabios, genios e influencers, y le están faltando más buenas personas.
Claro que se pueden ser ambos al tiempo. Dijo la directora Laura Mora (Los Reyes del Mundo) en una entrevista que: "El autor tiene que estar a la altura de la humanidad que está contando. Yo no puedo hablar sobre el dolor humano y ser un hijodeputa".
Así que en esta película fui yo la que envidió a Pádraic, el sencillo, el aburrido, el hombre demasiado bueno que, antes de la catástrofe que se avecinaba, podía ser feliz con poco: una conversación, una burrita en miniatura, un tazón de avena, un camino de piedras, un amigo.
Cierro con un dato más que curioso de la película: hubo una tejedora irlandesa, Delia Barry, que hizo los suéteres para los personajes, incluso antes de conocerlos. El resultado es bellísimo y me hace pensar en cuántas veces no le habrán dicho a alguien que está perdiendo su tiempo al tejer. O al bordar, escribir, echar globos, en fin, al hacer lo que le gusta por el simple gusto de hacerlo.
Aquí, tu aún amiga,
Jules.
(Delia Barry)
Seguirme el hilo
>>Lee aquí la historia que escribí sobre João Candido, el marinero que bordaba.
"Me decían el almirante negro, como si fuese el único a bordo de este color, que en realidad son mil colores. (...) Al menos tenía al mar y al viento que ondeaba las velas.
A veces éstas se rasgaban y había que sacar aguja e hilo para remendarlas. También zurcíamos los uniformes y lo que hiciera falta, puesto que no había mujeres en el buque que hicieran esa magia".
-Gaveta de recomendados-
La trama
Si este año quiero practicar la "presencia", quiero tener "presente" en todo momento lecturas así. El sonido de un caracol salvaje al comer, de Elisabeth Tova, se trata de una mujer que, tras un accidente, no puede levantarse ni salir de una habitación. Una amiga le regala flores y en estas ha quedado atrapado un visitante inesperado. La mujer se dedicará a observar al caracol día tras día y le resultará (nos resultará) sumamente emocionante y profundo. Es una belleza.
El carrete
Bergman Island, de Mia Hansen, es una película tipo "matrioska": una historia dentro de una historia, dentro de una historia. Una pareja de cineastas va a la isla donde el director de cine Ingmar Bergman vivió y creó. Cada uno hace su historia y, de cierto modo, la vive, incluso el espectador. Yo misma me sentí en esa isla, montando en bicicleta tras no encontrar inspiración, en el escritorio de mis sueños con la vista de mis sueños. Es de esas películas que tienen tomas de paisajes y ambientes tan vívidas que uno las guarda como recuerdos.
>>Carretico: Y a propósito del libro del que les hablé hace 15 días "El niño, el topo, el zorro y el caballo", me enteré de que había un corto animado. Pueden verlo aquí (gracias Andrea por el link!).
Telar de jardines
"La jardinería te sitúa en un tipo de tiempo diferente, es la antítesis del agitado presente de las redes sociales. El tiempo se hace circular, no cronológico; los minutos se vuelven horas; algunas acciones no generan frutos por décadas. El jardinero no es inmune al desgaste ni a la pérdida, pero es diariamente confrontado por las buenas noticias de la fecundidad. Una peonía regresa, brotes extraterrestres y rosados emergen del suelo desnudo. Las semillas del hinojo. Hay una abundancia del cosmos a partir de la nada". Olivia Laing.
Dedal de yogui
Una de las preguntas que más me hacen es cómo empezar a hacer yoga. Propondré cuatro principios muy básicos:
1. Si puedes, comienza con una clase presencial. Así, alguien nos ayuda para entender mejor las posturas, para cuidar de que no nos pongamos en riesgo y aclarar dudas. Mi primera clase de yoga fue a mis 16 años, cuando por casualidad di con una carpa de ejercicios en el Parque Simón Bolívar :) Luego asistí a las clases del gimnasio de mi universidad y a las de Happy yoga, que tiene sedes por todas partes.
2. Escoge qué tipo de yoga quieres hacer. No es lo mismo hacer Kundalini (más basado en la respiración), que hacer Vinyasa (el 'cardio' del yoga). Aquí hay una miniguía sobre el tema.
3. Saber que no es necesario tener flexibilidad o fuerza o concentración para hacer yoga. Al contrario, la práctica de yoga lo vuelve a uno más flexible, fuerte y concentrado :)
4. Tampoco es necesario invertir un montón o salir de la casa. Hay buenos canales de Youtube (recomiendo a Malova ), o academias o profes que dictan clases en línea (recomiendo a Yoga para Mortales).
Puntada creativa
“El textil es blando, moldeable, no rompible. Se asocia al calor, al abrigo y por eso pienso que puede transmitir algo íntimo, resguardado. Un libro de tela parece una cama, con sus sábanas y frazadas. Es envolvente, protege. Nos recuerda algo menos serio que el papel", eso dice la artesana Francisca Robles. Tuve el gusto de conocerla durante el confinamiento en un curso que dictó de elaboración de muñecos en tela o, como ella los llama, los "musgoamigos". Admiro mucho su trabajo, pues comprende el libro textil (acá ella deja un link con un tutorial para armar un libro de tela), ilustraciones bordadas (como esta belleza de libro sobre Víctor Jara), podcast sobre libros y textiles y escultura blanda.
Aguja que suena
Ecos, de Jorge Carrión, es un podcast de ensayo sonoro. Esas dos palabras juntas (ensayo+sonoro) me encanta, pues trata de esa mirada única de Carrión, quien, a partir de un tema central (como el canto de las aves, el amor o el mar) puede hablarnos de poesía, libros, recuerdos y reflexiones.
>>En cuanto a música, esta semana traigo una curiosidad: se trata de Tierkreis, una obra de Karlheinz Stockhausen, quien se basó en los signos del zodíaco para componer cada pieza. No creo en los horóscopos, pero me encanta el peso simbólico de cada arquetipo. A ver si estas melodías nos dicen algo ;)
El ovillo
"¿Cómo lograr que la quieta palabra escrita
posea la quietud del gato que duerme,
cómo hacer que la torpe palabra
nombre la oscuridad con mirada de gato,
su fijeza,
de qué manera conseguir palabras
con la tersura de la piel del gato,
a veces, pocas, palabras uña de gato,
y otras, muchas más, con el movimiento del gato,
su sigilo,
su distancia,
cómo decir palabras que posean
el silencio del gato,
cómo hacer que la palabra me contenga
y yo desaparezca,
hecho silencio,
como se desvanece entre la noche
un gato?"
Darío Jaramillo Agudelo
Dechado de imágenes
El Bosco es uno de mis pintores favoritos, así que aluciné cuando descubrí a Peter el viejo, pues se nota la influencia que tuvo sobre el autor de El jardín de las delicias. En esta pieza que les muestro, la Torre de Babel, el viejo Peter se concentra en cada detalle: es posible ver a una persona subida en un andamio en el cuarto piso de la torre, o el mástil de uno de los barcos a la orilla. Es un cuadro que realmente le da a uno la dimensión de lo que pudo haber sido la construcción que nos llevaría al cielo.
-Botica poética-
Creo que la tarea más difícil en el amor/amistad es empezar por amarse a una misma. De eso va este poema de una maravillosa poeta keniana, Warsan Shire.
(Si te apetece que te recomiende algún poema para tus dolencias, solo escríbeme)
Para mujeres difíciles de amar (Warsan Shire)
eres un caballo que corre solo
y él trata de domarte
te compara con una autopista imposible
con una casa en llamas
dice que le ciegas
que nunca podría dejarte
olvidarte
querer algo que no seas tú
le mareas, eres insoportable
toda mujer antes o después de ti
se empapa en tu nombre
llenas su boca
sus dientes duelen con la memoria de tu sabor
su cuerpo es sólo una sombra buscando la tuya
pero tú eres siempre demasiado intensa
tu manera de quererle asusta
sin pudor y sacrificial
te dice que ningún hombre puede llegar a ser como
el que vive en tu cabeza
e intentaste cambiar, ¿verdad?
Cerraste más la boca
trataste de ser más suave
más guapa
menos volátil, menos despierta
pero incluso durmiendo podías sentirle
viajando lejos de ti en sueños
así que ¿qué querías hacer, cariño,
abrirle la cabeza?
No puedes construir hogares en seres humanos
alguien debería habértelo dicho ya
y si se quiere marchar
déjale marchar
eres terrorífica
y extraña y hermosa
algo que no todo el mundo sabe cómo amar.
-Nudo final-
Cuando resulta algo bueno de toda la shx$%.