#31: El mito de la normalidad 💥
Perder el hilo del trauma a la herida, noticias felices y recomendados que brillan en la oscuridad.
Hola, vos,
Resulta que, de niña, tuve un accidente en bicicleta y me fracturé la cabeza. En el momento del golpe contra el suelo, mi percepción del tiempo cambió y se sintió como cuando pones una película en Cuevana y se detiene y sigue, se detiene y sigue.
¿En serio? Sí, y te prometo que llegaré a un punto con esto, porque hoy quiero hablar de los traumas de una forma no tan traumática. El experto en el tema Gabor Maté, quien tiene un libro de donde saqué el título de esta carta, diría que “no es el golpe en la cabeza, sino la contusión que me da”. Es decir, tiene que ver con las respuestas, con las herramientas que tenemos o no disponibles para gestionar ese golpe.
El evento fue desafortunado, pero sucedió. “Es lo que es”, diría una profe de yoga que tuve. Como muchas cosas así, que suceden de repente y el tiempo se distorsiona, puede que ni siquiera seamos capaces de entender en el momento lo que está sucediendo y las consecuencias que puede tener. Tras la caída, fui llevada al hospital, me hicieron preguntas para saber si había perdido la memoria y me dejaron internada para examinarme. Mis hermanos me llevaron juguetes, todo el mundo me consintió. En ese momento, sin importarme la contusión, mi conclusión fue que esos días habían sido muy felices para mí. Hasta que me vi en un espejo y encontré el chichón, mi cara inflamada y unas ojeras que me duraron meses. Entonces mi respuesta fue la de mortificarme por lo que había pasado. Sufrir el trauma.
Volviendo a Maté, más que el trauma, es la herida. La herida es la decisión que uno toma. La decisión puede ser la de sanar. Obviamente eso es lo más difícil del mundo; a veces porque los traumas ocurren en la infancia, cuando no tenemos de otra que quedarnos ahí, recibiendo el golpe.
Ante algo que dispara la memoria del trauma (porque solo es memoria. La bicicleta, el suelo, las ojeras ya pasaron), uno tiende a “hacerse el loco” o a buscar un alivio inmediato que no necesariamente es saludable. Ese ‘algo’ muchas veces va al mismo lugar: no sentirse amado, ni seguro, la pérdida o el abandono.
“En ausencia de alivio, la respuesta natural de una persona joven, su única respuesta, en realidad, es reprimir y desconectarse de los estados de ánimo asociados con el sufrimiento. Uno ya no conoce su cuerpo. Extrañamente, este autoextrañamiento puede manifestarse más adelante en la vida en forma de una aparente fortaleza, como mi capacidad para desempeñarme a un alto nivel cuando tengo hambre, estrés o fatiga, y sigo adelante sin darme cuenta de mi necesidad de pausa, nutrición o descanso”.
Gabor Maté, El mito de la normalidad.
Tremendo, ¿no? Así que el mito de la normalidad, según lo veo, es aparentar que todo está bien, que todo es normal cuando no lo está. No expresarlo de una forma honesta a la vez que cuidadosa.
Como siempre que levanto estos temas densitos para luego retirarme lentamente, no pretendo ofrecer unos tips de autoayuda. Lo único que quiero es nombrar. Organizar esto que también me ha pasado en palabras y, por qué no, memes. Tal vez, al final de ese camino que nos toca a cada quien trazar, podamos elaborar la belleza. La poesía.
Conozco el fondo, dice. Lo conozco con mi honda raíz primaria;
Es lo que temes.
Yo no le temo: Ya he estado allí.Olmo, Sylvia Plath
Más que el trauma, un verdadero evento desafortunado sería que como método de protección empezáramos a dibujar un círculo mágico a nuestro alrededor, encerrarnos en nuestro delirio que, aunque doloroso, es lo que conocemos. O intentar vivir en una fantasía y mantener lejos lo que amenace nuestra versión de realidad.
He seguido montando en bicicleta (esa posible metáfora para tantas cosas), pese a la fractura de hace tantos años. No quiero condenarme a creer que ya no hay nada que pueda cambiar debido a mi historia. Quiero conocer muy bien mis estados de ánimo, la realidad que habito y no autoextrañarme, para ojalá tomar decisiones que contribuyan al bienestar de los que amo y el propio: hoy y mañana, no ayer. O saber qué necesito cuando la vida golpee de nuevo.
Corto el hilo por ahora. Sé que hay varias cosas para masticar, así que nos volvemos a leer hasta el último viernes de mayo. Eso y que además estaré viajando (abajo te cuento) y celebrando cumpleaños 🎉 .
Me encantará si me escribes o comentas abajo en caso de que esta carta haya te hecho eco.
Pronostálgicamente,
Jules.
👆 Este café es una propina simbólica porque sé que cuando leemos algo que va más allá del scrolling, que se quedará con nosotros, queremos acompañarlo con una bebida caliente. De tiempo y presencia.
Residencia con Cornelia Funke
Al fin llegó un momento del que te quería hablar hace rato. Estaré una semana en la Toscana en la casa de campo de la escritora alemana Cornelia Funke (Corazón de tinta) junto con otros escritores/artistas residentes haciendo lo que más me gusta: escribir y bordar. ¿Cómo pasó? Es una mezcla de suerte y esfuerzo. Resulta que en 2020 asistí a una charla por zoom del Seminario de Literatura Infantil y Juvenil de Pereira entre esta autora y el escritor Adolfo Córdova (El dragón blanco y otros personajes olvidados), quien ahora es el padrino de la residencia. En el evento se hizo de forma espontánea una convocatoria para recibir a artistas en la casa de Funke cuando las cosas estuvieran mejor. Participé con mis bordados y fui seleccionada junto con otras ocho personas muy talentosas de hispanoamérica. Tres años después, ¡aquí voy! Espero enseñarte pronto el resultado de esta experiencia que incluye un libro genial de cuentos e ilustraciones de los ganadores. Será de descarga libre :) Imagínate todo lo que puede pasar cuando hay colaboración, ganas y amor por lo que se hace.
Entre líneas
En mi más reciente columna, hablé sobre el temor que tenemos muchos autores con respecto al futuro de la literatura y las Inteligencias Artificiales. Acá puedes leerla.
Este es un tremendo poema acerca del trauma y de cómo a veces queremos jugar al Tetris con nuestra memoria para que estas imágenes encajen de alguna forma. Está originalmente en inglés.
Si te apetece que te recomiende algún poema para tus dolencias, solo escríbeme.
Tetris, Laura Villarreal
Nunca fui buena en Tetris.
Te veo mover el bloque en forma de L,
girándolo para que encaje con la I.No sabes que sé
que intentas ordenar los recuerdos
en un orden que los haga desaparecer.Después del desierto,
después del nuevo metal de desecho,
después de que milagrosamente salimos ilesos,
después de recoger nuestras cosas
al día siguiente de la empresa de remolque
en un pueblo con el nombre de un gato de dibujos animados.
Después de meses ajustando nuestras vértebras.Te estremeces cuando un auto se acerca por nuestro lado,
antes de detenerse en un semáforo.Lo entiendo. Los recuerdos
como bloques nuevos ante ti,
preguntándote dónde colocarlos,
cómo girarlos para que se ajusten cómodamente
en tu cerebro. Aparecen inesperadamente-
un destello periférico de metal,
un frenazo repentino que te sobresalta.Siento que debería haber sido capaz
de alejarnos de lo inevitable.A menudo me pregunto qué habría pasado
si tú hubieras conducido -cómo habrías
reaccionado cuando ese auto a alta velocidad llegó.Me recuerdas que estar vivos
es el mejor escenario.Te veo construir con precisión,
asegurándote de que nada se acumule muy alto.Y ¿no es esa la clave? -
mantenemos todo justo debajo de la superficie.
📚 La trama
Conocer a Anne Carson es antojarse de leer y escribir más que un libro. Es querer hacerlo, coserlo, cortar, pegar y publicar el facsimilar de un trabajo manual. Es querer romper la etiqueta de novela, ensayo, poema, obra de teatro y unir todo, inventarse un género, jugar con el texto, pero jugar con altura, con conocimiento. Como en Nox, un libro/epitafio, un libro dentro de una caja con fotografías, cartas, definiciones del latín, microensayos acerca del duelo de Carson por su hermano. O H fo H Playbook (entrevista en inglés a Carson sobre este libro), una reimaginación del teatro de Eurípides con recortes y dibujos de la autora.
🎬 El carrete
Aunque no me gusta recomendar cosas que ya he visto en otros lados, no puedo dejar pasar esta: Beef. Es una serie, por ahora de una temporada (prefiero que se quede así para que no la dañen), que toma algo de las películas Un día de furia y Los espíritus de Inisherin: el cómo un pequeñísimo problema o malentendido puede volverse una gran tragedia. Y cómo solo tras tocar el fondo somos capaces de conocernos de verdad. Tiene humor, sí, pero también me pareció dura (sin ser lacrimosa). Dura por honesta, porque también te recuerda esa ira que te ha habitado a veces. Un plus: el arte. Las imágenes y frases de entrada son cuidadosamente curadas (aquí más al respecto).
🎨 Puntada creativa
Willem Dafoe usó en la película Inside un disfraz de polilla que es a la vez una obra de arte textil llamada: Do you realise there is a rainbow even if it’s night!? o ¿¡Te das cuenta de que hay un arcoíris incluso si es de noche!? En esta, el artista Petrij Halil se quiso referir a la belleza que a veces permanece escondida y se descubre de forma inesperada en la vida. Me encantó tanto su significado que investigué más sobre el trabajo de Halil y sus polillas. Puedes leer aquí el resultado.
🌻 Dechado de jardines
Reactivaré esta sección porque va a pasar algo muy genial: en junio publicaré un libro de ensayo literario sobre los jardines con la editorial Tusquets!! (Te hablé de esto en Perder el hilo #12). Estoy muy feliz, especialmente porque es un libro que me ha tomado años de investigación y reflexión. Las referencias de los jardines en la literatura como metáfora de vida son infinitas y, como sigo viéndolos y experimentándolos en todas partes, usaré este espacio como anexo informal de mi libro. Por hoy, una frase que me envió Piedad Bonnett tras escribir el prólogo para el libro:
En un jardín no se está solo. Pero, en una casa, se está tan solo que a veces se está perdido.
Marguerite Duras.
🎵 Aguja que suena
Escuchar a las escritoras Guadalupe Nettel y Marta Sanz ya es un regalo. Ahora, si hablan sobre la belleza de la asimetría, las cicatrices y el cuerpo femenino ya es “guash”. Escúchenlas en este episodio de Tema libre. De cancioncita, les dejo esta suavidad amorosa de la película Me before you:
No sé por qué algunas personas siguen creyendo en el mito de que los gatos somos unos indiferentes, egoístas y pendencieros. Será porque en las películas nos ponen de malos y, en cambio, a los perros, de buenos. Será porque nunca han tenido un gato o, mejor, no han dejado que un gato los tenga. O porque no han probado ser ellos mismos un poco felinos; aquí mi amiga Sara Jaramillo K. les deja un manifiesto en honor a su gato Kafka:
Sin más de presente, Rima 🐾
Qué gran carta, Juliana! Muchas gracias por compartir con tanta honestidad y vulnerabilidad. Amé los memes de Beef. Muchas felicidades por la residencia literaria, que la disfrutes mucho!