#40: Mi primera independencia 🏠
Acerca de cómo la costura es una de las tantas formas de rebelión.
(La versión completa de esta carta estará publicada en mi próximo libro)
En Las malas, Camila Sosa escribe:
Entonces decidí no depender de nadie. Aprendí a coser. Con cualquier retazo que se me cruzara en el camino: sábanas viejas, cortina en desuso, ropa descartada por mi mamá, mis tías, las abuelas, todo me servía. La ropa que hacía era rudimentaria y estaba torpemente cosida, pero ya no tenía que pedirle prestada a ninguna su ropa de niña buena. Me vestía como una puta, a los quince años. No me vestía, me desvestía con esas prendas recicladas. Esa fue mi primera independencia, mi primera rebelión.
Pedro Lemebel escribe en Tengo miedo Torero:
Así que toma esta sábana, esta aguja, y saca hilo de color para que aprendas a bordar. Pero yo apenas sé escribir pos niña, no creo que aprenda. Es parecido, fíjate bien, la puntada debe ser bien fina y seguir la línea del dibujo. Todo se aprende en la vida mirando chiquilla, igual que la cochiná, que la aprendiste solita (…). Rana le había dado las armas para ganarse la vida bordando servilletas, manteles y sábanas con punto cruz, con bolillo, con deshilado y naveta que aprendió a manejar como una experta en poco tiempo.
👆Escribirte es como darte un pastel que recién acabo de hornear. ¿Quieres invitarme al café?
» En una trama infinita
¡Tengo grandes noticias! ¿Recuerdas la residencia que hice con la escritora Cornelia Funke? Pues acaba de salir el libro donde están los bordados que me llevaron hasta allá. Lo mejor es que puedes leerlo y descargarlo gratuitamente aquí a partir del sábado. Si quieres saber más de su creación, te invito al lanzamiento vía zoom que haremos mañana sábado:
» Una colección caprichosa de jardines
Estoy muy contenta porque Andrea Moreno me tomó unas fotos geniales y me hizo una entrevista para El Tiempo sobre mi nuevo libro. Es muy especial y conocerás cosas nuevas de mí. Leéla aquí.
Me escribe L, una nueva lectora: “¿Qué receta me recomiendas para el duelo por la ausencia de mi madre?”. Es inevitable pensar en Victoria Chang y sus duelos tan creativos, tan florecidos. Tomar a discreción.
Si te apetece que te recomiende algún poema a la medida, solo escríbeme.
(Victoria Chang)
Las manos—murieron el 13 de enero de 2015. La escritura de mamá se había tornado cerrada y temblorosa. Los cuerpos se levantan de un salto. Los pies se lanzan desde los puentes. Las manos nunca brincan. Detienen a la gente haciendo señales. Avivan las palabras con gestos. Son el último eslabón de un abrazo, donde el cuerpo hace el resto. Secan las lágrimas que liberan los ojos. Escriben en papel las cosas que el cerebro les envía. Cuando murió mi mamá, miré una foto tomada en la residencia de ancianos adonde fue trasladada después de su estadía en la sala de emergencia. El tubo de oxígeno en su nariz, mis dos niños a cada lado. Sus manos en torno a las pequeñas manos, apretadas bien cerca de su pecho, el conjunto de nudillos todavía en su lugar, piedras blancas, que pronto serían liberadas, que pronto se dispersarían.
Decidí a partir de este número salirme del marco de las mismas temáticas para recomendarte cosas y empezar a darte una lista más espontánea de lo que me ha inspirado esta semana. Por supuesto, seguirás encontrando muchos libros, cine, música y bordado.
¡Hola, Faro! de Sophie Blackall es un libro ilustrado bellisísimo con la historia de un farero, que además borda, que además ama, que además debe despedirse de su faro. Puedes ver la historia en inglés aquí, o comprarla en castellano aquí o aquí.
Sociedad de apreciación de nubes: casi no puedo creer que existía una sociedad dedicada a apreciar nubes, una de las actividades más humanas y más profundas que existen. Uno puede seguir la nube del día, aprender su nombre y su explicación científica. Si quieres ir más lejos, te recomiendo la novela 29 cartas, de Julio Paredes.
Uno de los libros ilustrados con textil más lindos que he visto es “Víctor” de Elena Roco y bordado bellamente por Francisca Robles. Seguro es más fácil conseguirlo en Chile, pero, de consuelo, tenemos esta historia del cantautor Víctor Jara en un vídeo.
Si te gusta el yoga y si además estás cerca de niños/as (incluso, el niño interior), hice una playlist de canciones de yoga para la infancia. Por lo menos, te van a subir el ánimo.
Y por la misma línea de arriba, como sé que tal vez recién llegas a Perder el hilo, quiero presentarte la serie de historias que escribí: Dinoyogui.
Una cancioncita feliz:
Esta semana he necesitado especial cariño. Me siento en los brazos de mis humanos para que en vez de mirar el celular, me miren a mí, máxima belleza, y me acaricien y me dejen morderle chiquitito la nariz. Los gatos somos llamadas de atención a la presencia. Esa es nuestra labor social. Y bueno, lo que hoy quería compartirte es este necesario podcast para que aprendas más sobre nuestro reino y cuidado:
Chau,
Rima 🐾
Hermoso ! Me encontré en tu relato, encontré a mi madre, encontré a mi casa… ✨♥️✨
Qué lindo reconstruir la relación con una madre a partir del tejido! Quizás yo pueda hacer algo parecido a partir de la cocina. Un abrazo!