#42: La soledad de los diferentes 🐳
Verás qué tienen en común la soledad, las ballenas y las estaciones. Te cuento de mi próximo taller y un gabinete de recomendados delicioso.
Al norte del Océano Pacífico se podría escuchar un murmullo parecido al “aliento más bajo de una tuba”, pero es imperceptible. ¿Lo escuchará la propia dueña de esta voz? Es un espécimen único de ballena azul, nadando en su inmensidad de Paraíso… a solas. Las demás ballenas, que se comunican con cantos más altos a grandes distancias, no la pueden escuchar. Así que no se encuentran, ni socializan, ni se emparejan con ella, la llamada Ballena 52Hz (hercios).
Los científicos que siguieron la pista de este ejemplar aseguran que la baja frecuencia de su canto se puede interpretar como una canción de amor no correspondido. Como si se encontrara en un cuarto en completa soledad, la ballena emitía su canto como en una cámara de eco: sin respuesta.
Un poco más lejos de allí, cerca de las costas australianas, se ha avistado, siempre solitaria, otra bella rareza: una ballena jorobada albina. Por la falta de pigmentación en su piel, puede que tampoco pueda formar vínculos con otras ballenas. Mingaloo es ‘demasiado’ diferente. ¿O es que acaso ella prefiere aislarse? ¿Será un síntoma de autoprotección?
¿Qué saben las ballenas de la soledad?
Cual fuere la respuesta solo se sabe algo: siguen su blanco nado, siguen su quedo canto.
Durante meses estuve pensando especialmente en esa ballena albina. Era uno de los seres más hermosos del mundo y eso mismo la condenaba a la soledad. ¿Era acaso tan malo? ¿Podía ella sentir ese desasosiego? Al menos yo lo sentía. Esto fue hace años: yo estaba en una ciudad enorme, llena de gente y, sin embargo, me veía nadando sola. Hacía frío y mi abrigo no me lucía como a la gente del lugar, me estorbaba.
Era evidente que no pertenecía allí. Pero, a diferencia de los demás, me tomaba más tiempo de lo normal mirando el paso de las estaciones: la escarcha invernal regalándome pestañas de hielo, los cerezos a estallar en rosa, la llegada del calor y ese efecto de estar flotando al salir a la calle, los mil tonos de una sola hoja en unas pocas semanas.
No me parecía a nada y a la vez me veía a mí misma en todo lo vegetal, en las formas del agua, en la luz.
En esa época tuve una breve correspondencia con mi sobrina, por entonces de unos 7 años. Ella me enviaba dibujos fantásticos que de alguna manera me contaban historias. Me acompañaban.
En algún momento todo me hizo sentido: la ballena albina, las estaciones, el libro blanco de los colores de mi sobrina, la soledad, la distancia… Y eso me llevó a escribir un libro: Albina.
De esta novela te conté más a fondo en otra entrega, pero hoy quería llegar a este punto: entre la espera, la observación de la emociones y su reflejo en lo que nos rodea, la atención por la belleza -o lo diferente-, se puede crear.
Cierro con una noticia que me tiene muy feliz y hoy quiero compartirte: Albina acaba de ser elegida por la lista internacional White Ravens como uno de los mejores libros para la niñez y la adolescencia de 2023. Este es un regalo no solo para mí, sino para las personas de todos los colores, como escribo en la dedicatoria.
Gracias por este tiempo solitario de lectura,
Jules.
👆Comprarme un café virtual es lo mismo que, para esta entrega, eres mi ‘mecenas’. Es decir, que patrocinas con un pequeño aporte estas cartas porque las consideras necesarias de algún modo.
» Taller de escritura autobiográfica
A veces la escritura nace más honestamente desde lo que se conoce o lo que se ha vivido. No necesariamente se crea así una autobiografía, sino una ficción que palpita, que conmueve porque también nos ha conmovido. En este taller veremos diversas herramientas para que la memoria y la anécdota personal ganen peso y tengan forma para convertirse en historias únicas.
Dinámica: En la primera sesión veremos diversas formas de acercarse a la autobiografía y a la autoficción, cómo encontrar inspiración y haremos varios ejercicios prácticos de escritura. En la segunda sesión vamos a “tallerear”, es decir que leeremos tu texto, ya más trabajado, para así dar retroalimentación, referentes y una ruta a seguir. Asimismo, te enviaré material adicional de consulta.
Es para ti si… Quieres tener una práctica de escritura más frecuente y con más bases narrativas, si tienes un proyecto de libro y quieres más ideas sobre cómo encaminarlo, si te sientes bloqueada/o con una historia o si, como lector/a, quieres conocer más títulos y herramientas de análisis en torno a este tema.
¿Cuándo? Sábados 21 de octubre y 4 de noviembre, 9am-12m (hora Colombia).
¿Dónde? Encuentros virtuales por Meets. Las sesiones quedan grabadas durante un mes, aunque recomiendo estar en vivo por la dinámica del taller.
¿Cuánto? $80.000 (COP) o US$ 20. Si estás en Colombia, puedes comprar el taller junto con mi libro, con mucho de autobiografía, Autorretrato en el jardín por un total de $120mil (incluye envío). Si estás en el extranjero, puedes comprarlo aparte por Buscalibre o en su versión digital.
Para inscribirte solo debes escribirme (dime si prefieres Davivienda, Bancolombia, Paypal y si lo compras en kit con el libro) y a vuelta de correo te enviaré los datos para que hagas la transferencia, el link de ingreso y el material adicional.
» Club de lectura con El vuelo de las jorobadas
Uno de los libros que más me enorgullece es El vuelo de las jorobadas, un álbum ilustrado acerca de las ballenas yubarta que hice junto con Dipacho. Pues te cuento que haremos un club de lectura con este libro, para grandes y chicos, en la Biblioteca Nacional. La entrada es libre.
¡Y algo más! Resulta que mi mamá, que es costurera, hizo unas ballenas de tela (mamá y ballenato) increíbles para acompañar este libro: cada una es irrepetible, pues las hizo con retazos. Puedes comprarlas aquí.
El poema de hoy va para quienes creen que la poesía no habla de lo cotidiano. Y sí, lo hace. También puede hablar del aburrimiento, de lo demasiado pequeño.
Si te apetece que te recomiende algún poema a la medida, solo escríbeme.
El wok, Luis Chaves
Tibios en el wok
los restos de la cena.
Comimos sin cruzar palabra
acompañados por el disco
que sigue sonando.
La mente en blanco
desde hace siete meses
concluye lo que puede:
una canción dice cosas
que en un poema sonarían mal.
Libros en formatos no convencionales: Una historia no solo se cuenta desde sus palabras, también desde sus formas. Los libros pueden venir en múltiples pieles: a veces regresan a la antigüedad en forma de papiros, otras, buscan nuevas siluetas, materiales… en fin, son una apuesta por hacerse experiencia además de lectura.
En esta entrega, que espero que sea la primera de muchas, quiero compartirte algunos de esos libros-objeto-tesoro hechos en la actualidad que conozco.
Conversando con Dickinson: En Emily Dickinson y lo incompleto (Seix Barral, 2023), la escritora Tania Ganitsky recupera y traduce poemas que la poeta norteamericana dejó en papeles sueltos y sobres. Muchos de ellos estaban inéditos porque no obedecen a una forma esperada o por el reto que puede ser entenderlos debido a que podrían parecer incompletos. Aquí puedes leer la reseña completa.
Lisa Sorgini: Esta fotógrafa australiana me ha traído una dicha inmensa esta semana. Sus retratos son poesía, son como cuadros costumbristas que exaltan la belleza de lo cotidiano. Aquí una de sus colecciones, Behind Glass (o detrás del cristal), que además tiene una mirada muy especial en torno a la maternidad.
Roald Dahl +Wes Anderson: Esta semana me vi los cuatro cortos en Netflix que hizo Wes Anderson en torno a los cuentos de Roald Dahl: La maravillosa vida de Henry Sugar, El Cisne, Veneno y El Desratizador. Como fan de ambos creadores, disfruté mucho la propuesta. Los cortos son muy fieles a los relatos, pues todo el tiempo los personajes nos están narrando lo que sucede. Esto es interesante, a veces muy rápido, y a veces se abusa del recurso (como en El Cisne). Pero me gusta en general la estética, las actuaciones y el resultado. Acá te dejo los cuentos por si quieren leerlos.
Covers curiosos: No sé si en el comienzo de los tiempos te había compartido esta playlist que hice con covers geniales, pero igual lo vuelvo a dejar por acá:
Resulta ser que soy una gata muy versada porque siempre estoy durmiendo cerca a mis humanos, escuchando y aprendiendo de todo lo que hacen. Así es como esta semana supe que en la Edad Media a los felinos nos perseguían por asociarnos con la brujería y si acaso nos pintaban, no éramos protagonistas del cuadro (como debería ser) sino para mostrar que era un entorno doméstico lo que se retrataba.
A pesar de esto, en algunos monasterios nos tenían buena estima por la excelente compañía que somos, claro, y por nuestro excelente servicio de control de plagas (¡yuick!). Pero en general, me decepciona bastante lo mal que nos pintaban en ese periodo.
Bueno, creo que ya les enseñé suficiente por hoy. Me voy,
Rima 🐾
Qué belleza de mensaje! Voy a buscar algunas de tus recomendaciones y, obviamente, a comprar "Albina". Felicitaciones por el reconocimiento 👏